Reflexiones de THOMAS METON

Partida y andadura

Señora, cuando por la noche abandoné la Isla que antes fue tu Inglaterra, tu amor me acompañaba, aunque no pudiese saberlo, ni pudiera hacerme consciente de ello. Y era tu amor, tu intercesión por mí ante Dios, que disponía las aguas delante de mi barco, dejándome abierto el camino para otro...

La vida es un don

            Si lo que la mayoría de la gente da por sentado fuera real­mente verdadero..., si todo lo  necesario para ser feliz fuese apoderarse de todo, verlo todo y adentrarse en todas las experiencias,  y luego hablar de ello, yo habría sido una persona...